La entrada de tres helicópteros estadounidenses a territorio mexicano marcó ayer el inicio de las actividades previas al Ejercicio Binacional “Fuerzas Amigas 2024”, en el que participarán cerca de 220 elementos del Ejército de Estados Unidos.
A las 9:00 de la mañana, un Boeing CH-47 Chinook de doble rotor tándem ingresó al país sobre el puente internacional Córdova-Américas, de El Paso a Ciudad Juárez, seguido de dos helicópteros Black Hawk. Una hora más tarde, minutos después de las 10:00 de la mañana, los militares estadounidenses ingresaron a México por el mismo puerto de entrada, conocido como puente “Libre”, a bordo de seis camiones de pasajeros.
Los militares estadounidenses fueron trasladados hasta la Guarnición Militar de la Quinta Zona Militar, ubicada en la calle Barranco Azul, como parte de un convoy encabezado por motociclistas de la Coordinación de Seguridad Vial, quienes abrían paso entre los vehículos que circulaban sobre la avenida Tecnológico a los camiones y a un tráiler con equipo militar.
Cinco de los camiones arribaron a las 10:49 de la mañana a la Guarnición Militar, mientras que otro presentó fallas mecánicas, primero a la altura del Parque Central y luego sobre la calle Barranco Azul, casi esquina con eje vial Juan Gabriel, donde permaneció por unos minutos antes de volver a arrancar.
Simulación del Plan DN-III-E y DSCA
A partir de esta mañana, y durante toda la semana, los militares mexicanos y estadounidenses simularán la ejecución del Plan DN-III-E y el Plan de Autoridades Civiles de Apoyo a la Defensa (DSCA, por sus siglas en inglés), con el objetivo de dar respuesta inmediata a desastres a lo largo de la frontera que comparten ambas naciones.
El ejercicio planteará la hipótesis de un sismo de 7.5 grados en la escala de Richter, que provocaría afectaciones en la franja fronteriza de Ciudad Juárez, causando el colapso de diversos servicios e instalaciones.
Entre los escenarios simulados se incluye el colapso de una sección del Estadio Olímpico Benito Juárez, la reconversión de una unidad operativa en un hospital para atención de víctimas masivas y una fuga de productos químicos de una planta de tratamiento de aguas residuales. También se simulará un colapso parcial del aeropuerto internacional de Ciudad Juárez y el descarrilamiento de un tren de carga con derrame de químicos.
Aprobación del Senado
El pasado 23 de abril, el Senado de la República aprobó con 78 votos a favor, dos en contra y cuatro abstenciones, la autorización al titular del Ejecutivo federal para permitir el paso de elementos de tropas de Estados Unidos por territorio nacional para participar en diversos ejercicios de capacitación.
Se autorizó la entrada de una delegación de 220 elementos sin armamento para el ejercicio “Fuerzas Amigas 2024”, que se realizará en Ciudad Juárez del 24 al 29 de junio de 2024. También se aprobó la entrada de otra delegación de 16 elementos con armamento y municiones para el ejercicio “Mejorar la capacidad contra armas de destrucción masiva”, que se llevará a cabo en el Campo Militar 37-B “Cap. José Vicente Villeda Perea” en Temamatla, Estado de México, del 20 de julio al 10 de agosto de 2024.
Asimismo, se aprobó la entrada de una delegación de 180 elementos de la Compañía de Paracaidistas de la 82 División Aerotransportada del Ejército de Estados Unidos, con armamento, municiones y equipo especial necesario, a bordo de una aeronave tipo Hércules C-130, para el “Ejercicio Especializado Conjunto 2024”, que se realizará en el Centro Nacional de Adiestramiento en Santa Gertrudis, Chihuahua, del 15 de julio al 3 de agosto de 2024.
El Senado también aprobó la salida del país de varias delegaciones de tropas nacionales para participar en actividades en el extranjero.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó a través de un comunicado de prensa que “este ejercicio representa una oportunidad para que ambos ejércitos interactúen en escenarios binacionales, intercambiando experiencias, procedimientos y mecanismos de interoperabilidad en el ámbito de auxiliar a la población civil, lo que permitirá mejorar las capacidades de reacción inmediata y oportuna en caso de un movimiento telúrico de gran magnitud, con el fin de reducir al máximo la pérdida de vidas humanas en beneficio de la población de ambos países.”