El nuevo arancel del 20.91 por ciento que Estados Unidos reactivó para el tomate mexicano no tendrá un impacto directo en Ciudad Juárez, señalaron especialistas en comercio exterior. Aunque la ciudad forma parte de las rutas logísticas de exportación, no se ubica en una zona productora de esta hortaliza.
La medida entró en vigor tras el vencimiento del acuerdo firmado en 2019, que suspendía el cobro del arancel derivado de investigaciones por prácticas de “dumping”. Al no renovarse, el impuesto fue restablecido y se suma a otras tarifas recientemente impuestas a productos mexicanos.
De acuerdo con Teresa Reza, jefa del Departamento de Comercio Exterior de la Secretaría de Innovación y Desarrollo Económico (SIDE), el impacto para la economía juarense será mínimo, ya que el comercio local no depende del tomate. “La cadena exportadora de este producto está concentrada en otros estados”, precisó.