Los demócratas de Texas se preparan una vez más para el día de las elecciones, con la esperanza de que este sea el año en que logren ganar una contienda estatal, tras tres décadas de derrotas ante los republicanos.
Sus expectativas están centradas en la carrera por el Senado federal, donde el senador republicano Ted Cruz enfrenta al representante Colin Allred, un exjugador de la NFL y abogado de derechos civiles que en 2018 logró arrebatar un distrito a los republicanos.
A nivel nacional, los demócratas defienden múltiples escaños senatoriales, pero Texas se destaca como uno de los pocos estados donde un senador republicano enfrenta una contienda cerrada. Según AdImpact, una agencia que monitorea el gasto político, la inversión total en esta competencia ya supera los 100 millones de dólares, superando incluso los fondos destinados a la contienda presidencial en Texas.