La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, anunció este martes un cambio en la dinámica entre el gobierno y los medios de comunicación: a partir de ahora, será el propio gobierno quien decida qué periodistas podrán hacer preguntas a Donald Trump, dejando fuera a la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca (WHCA), que históricamente se encargaba de esa selección.
En conferencia de prensa, Leavitt informó que el gobierno también asumirá la tarea de elegir a los integrantes del “pool”, el grupo reducido de periodistas, fotógrafos y camarógrafos que acompaña al presidente de Estados Unidos en sus eventos para informar lo sucedido al resto de la prensa.
“A partir de ahora, el equipo de prensa de la Casa Blanca determinará quién integra el ‘pool’ de la prensa”, afirmó la portavoz.
Durante casi un siglo, la WHCA había gestionado la selección de este grupo, una tradición que permitía a los medios independientes cubrir al presidente en espacios donde no caben todos los reporteros, como el Despacho Oval o el avión presidencial Air Force One.
Este cambio marca un giro en la relación entre el gobierno y los medios, dejando abierta la discusión sobre la transparencia y la libertad de prensa.