Las autoridades surcoreanas anunciaron el viernes planes para implementar una prohibición sobre el consumo de carne de perro antes de que termine el año, en un esfuerzo por abordar una práctica controvertida que ha atraído críticas tanto nacionales como internacionales. Aunque comer carne de perro no está legalizado ni prohibido de manera explícita en Corea del Sur, la propuesta busca poner fin gradualmente a esta práctica centenaria.
El Partido del Poder Popular estableció un cronograma para la acción, planeando promulgar una “Ley Especial” antes de que finalice el año, lo que permitirá un período de tres años para eliminar progresivamente la industria de la carne de perro. Si el proyecto de ley es aprobado por el legislativo antes de fin de año, la prohibición entraría en pleno efecto en 2027.
La legislación requeriría que las granjas de perros, mataderos, comerciantes y restaurantes presenten planes de eliminación gradual a las autoridades locales. El legislador Yu Eui-dong del partido gobernante destacó que se brindará apoyo a los afectados, con compensación limitada a negocios legalmente registrados que presenten planes de cierre o transición.
El presidente Yoon Suk Yeol y la primera dama Kim Keon Hee, conocidos por su amor hacia los animales, poseen seis perros y cinco gatos. Kim asistió a un evento de derechos de los animales en agosto y expresó su deseo de poner fin al consumo de carne de perro en una era de coexistencia entre humanos y mascotas.
Grupos de derechos de los animales elogiaron el anuncio y urgen al parlamento surcoreano a aprobar la legislación. Chae Jung-ah de la Sociedad Humanitaria Internacional afirmó que la sociedad surcoreana ha llegado a un punto de inflexión donde la mayoría rechaza consumir carne de perro.
Sin embargo, Joo Young-bong, jefe de la Asociación de Agricultores de Carne de Perro de Corea, considera que la propuesta del gobierno es inviable, expresando que salir de su trabajo de toda la vida es difícil e insostenible para los agricultores mayores.
Un estudio gubernamental del año pasado indicó que Corea del Sur cuenta con alrededor de 1,150 granjas de perros y más de medio millón de perros destinados a la producción de carne, cifras notablemente menores que en décadas anteriores. La disminución en la demanda refleja un cambio en la percepción pública y un aumento en la propiedad de mascotas en el país.
