La firma japonesa pronostica un semestre complicado en medio de recortes masivos, desafíos de marca y los efectos de la guerra comercial impulsada por EE. UU.
El reto más fuerte de Nissan en décadas
Nissan Motor Co se encuentra atravesando una de las etapas más difíciles en su historia reciente. En medio de una reestructuración que busca sanear sus finanzas y renovar su imagen, la automotriz japonesa anticipa pérdidas operativas por 180 mil millones de yenes (aproximadamente 1,200 millones de dólares) solo entre abril y septiembre de este año. Todo esto mientras lidia con las secuelas económicas provocadas por la guerra comercial iniciada durante la administración de Donald Trump en Estados Unidos.
La marca se tambalea: pérdidas sin precedentes
El trimestre que finalizó el 30 de junio dejó una pérdida de 79 mil millones de yenes, sumándose a una dolorosa cifra histórica: 671 mil millones de yenes en pérdidas netas durante el año anterior, una de las más grandes en 25 años. Los analistas no son optimistas. Aunque Nissan ha mantenido su pronóstico para el año fiscal que concluye en marzo de 2026, las estimaciones externas apuntan a un déficit aún mayor, de 234 mil millones de yenes.
Reestructuración a gran escala: menos plantas y miles de empleos menos
En el centro de este proceso está Iván Espinosa, director ejecutivo de Nissan, quien encabeza un ambicioso plan de reestructuración que incluye la eliminación de 20 mil empleos y la reducción de plantas de fabricación a nivel mundial, de 17 a solo 10. La apuesta es clara: hacer a la empresa más ágil, rentable y con productos más atractivos para el mercado global.