El 15 de mayo de 1990, la casa de subastas Christie’s en Manhattan fue testigo de un evento histórico. El “Retrato del doctor Gachet”, una de las obras más icónicas de Vincent van Gogh, fue vendido por 82,5 millones de dólares, estableciendo un récord en aquel momento como la obra de arte más cara jamás subastada. Su nuevo propietario, un magnate japonés del papel, aseguró su lugar en los libros de historia del arte. Sin embargo, más de tres décadas después, el paradero de esta pintura maestra es un completo enigma.
Un retrato cargado de melancolía y trascendencia
Van Gogh pintó el Retrato del doctor Gachet en junio de 1890, en el jardín del médico que lo atendía durante sus últimos días. Con la tragedia acechando, ya que semanas después el artista acabaría con su vida, la obra irradia una melancolía que Van Gogh describió como la “expresión desconsolada de nuestro tiempo” en una carta a su amigo Paul Gauguin.
Considerada una de sus creaciones más emblemáticas, los expertos estiman que su valor actual podría superar los 300 millones de dólares. Es más que un retrato: es un reflejo de la sensibilidad y tormento del pintor holandés en los días finales de su vida.
Un viaje de museo en museo antes de desaparecer
Durante el siglo XX, el Retrato del doctor Gachet tuvo una presencia destacada en el mundo del arte. Fue exhibido en el Museo Städel de Fráncfort y el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, gracias a coleccionistas privados que lo prestaron temporalmente. Sin embargo, desde que cayó el martillo en Christie’s en 1990, la obra parece haber desaparecido del ojo público.
Curadores y expertos en arte han agotado recursos para localizarla, y hasta un pódcast producido por el Museo Städel se enfocó en desentrañar el misterio. El esfuerzo ha sido en vano: la obra sigue siendo uno de los mayores enigmas del arte moderno.
¿Dónde está el Retrato del doctor Gachet?
El destino de esta pintura ha alimentado rumores y teorías. Algunos especulan que podría estar resguardada en una colección privada, fuera del alcance del público, mientras que otros temen que se haya deteriorado o perdido para siempre. Lo cierto es que su desaparición ha dejado un vacío en la narrativa de Van Gogh y el arte universal.
El Retrato del doctor Gachet no es solo un cuadro; es una ventana al alma de uno de los artistas más influyentes de la historia. Su recuperación, de ser posible, representaría un triunfo cultural para el mundo. Por ahora, permanece en la sombra, un símbolo de la fragilidad y la grandeza del arte y la historia.