En un giro histórico, el papa Francisco ha aprobado formalmente que los sacerdotes católicos bendigan a parejas del mismo sexo, según anunció el Vaticano el lunes. Esta decisión representa un cambio radical en la política de la Iglesia Católica, buscando fomentar la inclusión sin comprometer su estricta prohibición del matrimonio gay.
El comunicado de la oficina de doctrina del Vaticano extiende y elabora una carta previa enviada por el papa Francisco a dos cardenales conservadores en octubre pasado. En esta respuesta, el Papa sugirió que las bendiciones podrían ofrecerse en ciertas circunstancias, siempre y cuando no se confundieran con el ritual del matrimonio.
El nuevo documento reitera esta condición, subrayando que el matrimonio es una unión de por vida entre un hombre y una mujer. Enfatiza que las bendiciones no deben estar vinculadas a celebraciones católicas específicas ni a servicios religiosos y no deben otorgarse al mismo tiempo que una ceremonia de unión civil. Además, las bendiciones no pueden utilizar rituales establecidos ni incluir la vestimenta y los gestos típicos de una boda.
Sin embargo, el documento destaca que las solicitudes de bendiciones para parejas del mismo sexo no deben ser denegadas. Se ofrece una amplia definición del término “bendición” en las Escrituras, enfatizando que aquellos que buscan una conexión trascendental con Dios y su amor no deben someterse a estándares morales imposibles para recibirla.
“Porque los que buscan una bendición no deben verse obligados a tener una perfección moral previa”, señala el documento. “No hay intención de legitimar nada, sino más bien abrir la vida a Dios, pedir su ayuda para vivir mejor y también invocar al Espíritu Santo para que los valores del Evangelio se vivan con mayor fidelidad”.
Este anuncio marca el último gesto del papa Francisco en su esfuerzo por acoger a los católicos LGBTQ+. Desde su famosa declaración en 2013, “¿Quién soy yo para juzgar?”, hasta sus comentarios de 2023 afirmando que “ser homosexual no es un delito”, Francisco ha destacado por su mensaje de bienvenida.
“La importancia de esta noticia no puede ser exagerada”, expresó Francis DeBernardo de New Ways Ministry, que apoya a los católicos LGBTQ+. “Es una cosa formalmente aprobar bendiciones del mismo género, que ya había permitido pastoralmente, pero decir que las personas no deben estar sujetas a ‘un análisis moral exhaustivo’ para recibir el amor y la misericordia de Dios es un paso aún más significativo”.
A pesar de este paso, el Vaticano mantiene su posición sobre el matrimonio como una unión indisoluble entre un hombre y una mujer. El documento subraya que las personas en uniones “irregulares”, ya sean homosexuales o heterosexuales, están en un estado de pecado. Sin embargo, enfatiza que esto no debería privarlas del amor o la misericordia de Dios.
El reverendo James Martin, defensor de una mayor inclusión de los católicos LGBTQ+, elogió el nuevo documento como “un gran avance” y un “cambio dramático” desde la política de 2021.
No obstante, algunos tradicionalistas expresaron indignación. El bloguero Luigi Casalini del blog Messa in Latino escribió que el documento parecía una forma de herejía, y el teólogo Ulrich Lehner de la Universidad de Notre Dame expresó su preocupación, advirtiendo que podría conducir a la división en la iglesia.
A pesar de las reacciones divididas, muchos consideran que este paso es un hito en la apertura y aceptación de la Iglesia Católica hacia las parejas del mismo sexo, marcando un cambio significativo en su postura tradicional.