¿Sabías que la icónica frase “La Biblia es la verdad, léela”, visible desde varios puntos de Ciudad Juárez, Chihuahua, tiene una historia que se remonta a más de 34 años atrás?
Este mensaje, que hoy forma parte del paisaje urbano y espiritual de la frontera, no es una simple pintada. Se trata de una obra monumental iniciada en 1987 por el predicador evangélico Gerardo Bermúdez, quien, inspirado por su fe y por un llamado a llevar esperanza, decidió plasmar una frase poderosa sobre el Cerro Bola, uno de los puntos más altos de la ciudad.

Cada una de las letras mide aproximadamente 30 metros de altura, y están formadas con piedras pintadas de blanco. El contraste con el terreno árido del cerro hace que el mensaje resalte de manera imponente. La frase ha resistido el paso del tiempo, el clima extremo del desierto, y la evolución de la propia ciudad.
Pero lo más impactante no es solo su tamaño, sino el efecto emocional que ha tenido en muchas personas. Bermúdez asegura que ha recibido testimonios de personas que se encontraban al borde del suicidio o atravesando momentos de desesperación, quienes al ver el mensaje encontraron una señal, un motivo para detenerse y reflexionar.
Cada cuatro años, grupos de voluntarios y miembros de distintas iglesias cristianas locales se organizan para subir el cerro y retocar las letras, asegurándose de que el mensaje siga siendo visible y legible. Esta tarea se ha convertido en una especie de ritual comunitario y una muestra de fe viva que sigue tocando generaciones.

Este proyecto no tiene fines de lucro. No hay publicidad comercial detrás, ni nombres de empresas, ni marcas personales. Solo un mensaje: claro, directo y espiritual. De hecho, se considera uno de los anuncios más grandes del mundo sin fines de lucro.
Hoy en día, el mensaje “La Biblia es la verdad, léela” se ha convertido en símbolo de identidad cultural y espiritual para muchos habitantes de Ciudad Juárez y visitantes, un faro en medio del desierto urbano, y un recordatorio de que incluso en los lugares más duros, un mensaje de fe puede sembrar esperanza.