De acuerdo a medios nacionales y con las estadísticas recopiladas desde 2006 por The Associated Press y USA Today en asociación con la Universidad del Nordeste (Boston) ‘se contabilizaron un total de 561 asesinatos masivos, que han provocado dos mil 914 víctimas mortales’.
En los últimos meses, numerosos políticos republicanos en EU han extendido la idea de que los tiroteos masivos que se producen cada vez con más frecuencia están relacionados con la salud mental.
La organización The Educational Fund to Stop Gun Violence asegura que “es un error común pensar que las personas que viven con una enfermedad mental son responsables de la violencia armada”.
“En realidad, la mayoría de las personas con enfermedades mentales no ejercen violencia contra los demás y tienen más probabilidades de ser víctimas que perpetradores de violencia”, afirma la organización en un informe en el que recuerda que uno de cada cinco estadounidenses tiene un problema mental diagnosticado.
Según un informe publicado por el FBI en 2018, en el que se examinó el comportamiento previo al ataque de los perpetradores de tiroteos masivos más cruentos entre 2000 y 2013, solo el 25 por ciento de ellos tenía problemas mentales diagnosticados.