La reconocida soprano mexicana Gilda Cruz-Romo, originaria de Guadalajara, falleció este lunes 30 de junio a los 85 años de edad, dejando un legado imborrable en los escenarios más importantes del mundo.
Cruz-Romo fue una de las grandes figuras de la ópera internacional durante la segunda mitad del siglo XX, con presentaciones memorables en recintos como la Metropolitan Opera House de Nueva York y La Scala de Milán. Su talento vocal y presencia escénica la colocaron entre las sopranos más destacadas de su generación.
Debutó en el Covent Garden de Londres en 1972, y un año después conquistó al público italiano al presentarse en La Scala, donde participó en dos temporadas. Uno de sus momentos más emblemáticos fue su interpretación en Luisa Miller, al lado del tenor Luciano Pavarotti, en una transmisión televisiva realizada por la RAI de Turín. Aquella presentación no sólo fue aclamada por la crítica, sino que también la consagró ante el público europeo.
Gilda Cruz-Romo es recordada por su fuerza interpretativa, dominio técnico y una voz que emocionó a audiencias de todo el mundo. Su partida deja un vacío en el mundo de la música, pero su legado artístico continúa vivo en las grabaciones y recuerdos de quienes la vieron brillar.