Actores políticos de oposición, sindicatos y analistas del sector de la construcción han manifestado su preocupación por la reforma aprobada en el Senado que otorga a una filial del Infonavit nuevas facultades para articular la política de vivienda impulsada por Claudia Sheinbaum. Según los críticos, esta filial no estará sujeta a las normas de transparencia y vigilancia que rigen a las entidades públicas, lo que podría derivar en un manejo discrecional de los recursos destinados a la vivienda.
Fondos de trabajadores en riesgo
El senador Ricardo Anaya, del Partido Acción Nacional (PAN), advirtió sobre el impacto que esta reforma podría tener en los ahorros de los trabajadores. “Al 30 de septiembre, el Infonavit tiene dos billones de pesos que no son suyos, son de los trabajadores. Lo que están planteando es que el Infonavit pueda tomar esos recursos, y si los administra mal, las personas perderán el dinero de su subcuenta de vivienda”, alertó Anaya.
El manejo discrecional de estos fondos, señalaron los críticos, representa un riesgo significativo para los trabajadores que dependen de estos ahorros para acceder a una vivienda digna.
Metas ambiciosas en el Programa de Vivienda
La reforma forma parte del ambicioso Programa de Vivienda propuesto por Sheinbaum, que tiene como objetivo construir un millón de casas durante el próximo sexenio. De estas, 500 mil serían financiadas por el Infonavit, mientras que el resto estaría a cargo de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), dirigida a personas que no son derechohabientes del Instituto.
Si bien el programa busca atender un déficit habitacional importante en el país, los críticos subrayan la necesidad de garantizar mecanismos de transparencia y supervisión que eviten el uso indebido de los recursos y protejan los derechos de los trabajadores.
