A pesar de la desaceleración general en la tasa de inflación, los precios de los alimentos siguen siendo un desafío para los mexicanos.
Según el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la inflación en mayo se ubicó por debajo del 6% (5.84%) en términos anuales. Sin embargo, la parte de alimentos, bebidas y tabaco, que forma parte del índice subyacente, continúa afectando el bolsillo de los ciudadanos.
Según Jessica Roldán, directora de análisis económico de Finamex Casa de Bolsa, aunque las presiones en el subíndice de mercancías han disminuido, la parte de mercancías no alimenticias sigue teniendo un impacto en la inflación. Por otro lado, el índice no subyacente ha contribuido a la reducción de los precios al consumidor, especialmente debido a la disminución en los precios de productos pecuarios y el gas.
Sin embargo, en lo que respecta a alimentos, bebidas y tabaco, el índice subyacente ha registrado un aumento anual del 11.44%, ligeramente mayor que en mayo de 2022. Aunque se observan algunas presiones a la baja, los precios de los alimentos aún se mantienen por encima de los promedios históricos.
La contracción en el volumen de las canastas de alimentos y lácteos durante el primer trimestre del año es un indicador de que los consumidores están comprando menos debido al encarecimiento de los alimentos. Aunque se ha observado cierta mejora en comparación con el año pasado, los precios siguen en niveles deteriorados.
Finamex espera que la inflación general disminuya al 5% para diciembre de 2023, lo que representa casi un punto porcentual menos que la cifra registrada en mayo. Para el año 2024, se espera que el índice se sitúe en un 4.15%.
Aunque se espera que los incrementos en los precios sean menos pronunciados, todavía hay un camino por recorrer. Jessica Roldán destaca que las mercancías alimenticias seguirán presionando la inflación. Además, los servicios de vivienda y educación también han experimentado aumentos, aunque su incidencia en el índice general es menor.
A pesar de la disminución en la tasa de inflación, el semáforo de inflación de México ¿Cómo vamos? sigue en rojo. Mantener una inflación controlada es crucial para preservar el poder adquisitivo de los individuos y fomentar la producción de bienes. Una inflación demasiado baja puede desalentar a los comerciantes, mientras que una inflación alta reduce la capacidad de compra de las personas.
Aunque se han logrado avances en la reducción de la inflación, los mexicanos aún enfrentan desafíos en lo que respecta a los precios de los alimentos. Es necesario seguir vigilando y adoptando medidas para controlar la inflación y asegurar un entorno económico más estable y favorable para todos los ciudadanos.