Ciudad Juárez, Chih. – “¡Nunca se rindan, cumplan sus sueños!”, es el mensaje que repite con convicción Julio Daniel Frías, mejor conocido como “Maleno”, un nombre que resuena con orgullo en las canchas y barrios de Ciudad Juárez.
Nacido en una familia apasionada por el béisbol, Maleno eligió seguir su propia pasión: el fútbol. Desde joven, luchó por abrirse camino en un entorno difícil. Cruzó el Río Bravo hacia El Paso, Texas, en busca de trabajo como albañil para sostener a su familia. Pero el balón nunca estuvo lejos de sus pies.

Su talento natural lo llevó a jugar en la tercera división y en la liga de Ascenso del fútbol mexicano. La gran oportunidad llegó tarde para muchos, pero no para él: a los 29 años debutó en la Primera División. Lo que siguió fue una carrera que sorprendió a propios y extraños, marcando goles inolvidables, incluso al Club América en el emblemático Estadio Azteca.
Maleno no solo brilló en México; también dejó huella en el plano internacional, anotando un gol en la prestigiosa Copa Libertadores con el club Chiapas. Su historia es una muestra del talento que nace en los barrios, en especial en su querida colonia Altavista, de donde nunca ha dejado de sentirse parte.

Actualmente, radica en El Paso, donde sigue ligado al fútbol. Es propietario de dos canchas de Futbol 7, desde donde forma a nuevas generaciones de futbolistas, transmitiéndoles no solo técnica, sino también el valor de la perseverancia. Además, sigue activo en la categoría de veteranos, convencido de que el fútbol fue lo que lo salvó de muchos caminos difíciles.
Julio “Maleno” Frías es hoy más que un exfutbolista: es un símbolo de esperanza para cientos de jóvenes que ven en él la prueba viviente de que los sueños, con esfuerzo y corazón, se pueden cumplir.
