Los primeros ministros de las provincias y territorios de Canadá viajaron a Washington para expresar su rechazo a los aranceles propuestos por el expresidente Donald Trump, destacando su impacto en la economía norteamericana y la competencia con China.
Por primera vez, los 13 mandatarios provinciales canadienses se reunieron en la capital estadounidense para cabildear con legisladores republicanos. “Hubo momentos muy francos en la mesa, y nos instaron a tomar al presidente en su palabra, así que ciertamente lo haremos”, declaró el primer ministro de Columbia Británica, David Eby, tras un encuentro en la Casa Blanca.
Seguridad y comercio en la agenda
Durante las reuniones, además del tema arancelario, se discutieron preocupaciones sobre seguridad fronteriza, tráfico de drogas y la necesidad de equilibrar las relaciones comerciales. “Queremos asegurarnos de que Estados Unidos sea respetado y no se aprovechen de él en términos de comercio global”, señaló Eby.
China también reaccionó a estas discusiones. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Guo Jiakun, enfatizó que “las relaciones entre los estados no deben estar dirigidas contra terceros y deben promover la cooperación global”.
Posturas divididas en EE.UU.
No todos los primeros ministros canadienses asistieron a la reunión con James Blair, jefe adjunto de la Casa Blanca, y Sergio Gor, encargado de la oficina de personal presidencial. Mientras tanto, el ministro de Finanzas de Canadá, Dominic LeBlanc, sostuvo un encuentro “constructivo” con Howard Lutnick, candidato de Trump a secretario de Comercio, para abordar el tráfico de fentanilo y la política comercial.
El primer ministro de Ontario, Doug Ford, afirmó que existe una fuerte oposición en Estados Unidos a las propuestas arancelarias de Trump, pero pocos se atreven a desafiarlo públicamente. “Senadores, congresistas y gobernadores me han dicho en privado: ‘Esto es lo más loco que he oído’”, reveló Ford en un discurso ante la Cámara de Comercio de EE.UU.
Canadá en un momento clave
Los primeros ministros canadienses, equivalentes a los gobernadores en EE.UU., representan economías diversas, desde el Ártico hasta el sur de Ontario. Sin embargo, coinciden en que los aranceles de Trump amenazan la estabilidad de las cadenas de suministro en América del Norte.
Este viaje se da en un momento crucial para la relación bilateral. Justin Trudeau se acerca al final de su mandato, mientras que Trump ha sugerido utilizar la “fuerza económica” para acercar a Canadá aún más a EE.UU.
Ante este escenario, líderes como Eby y Ford han asumido un rol más activo en las negociaciones. “Agradezco que Trump hable sobre el fentanilo, un problema serio en mi provincia”, comentó Eby a Bloomberg. Además, destacó la importancia de mantener bajos los precios para los consumidores estadounidenses a través de una relación comercial estable con Canadá.
Datos que contradicen a Trump
Trump ha vinculado los aranceles con la seguridad fronteriza y ha acusado a Canadá de contribuir al tráfico de fentanilo. Sin embargo, datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. indican que menos del 1 % de esta droga incautada en la frontera proviene de Canadá.