A pesar de que la ley mexicana ha ampliado los días de vacaciones, la mayoría de los trabajadores sigue tomando muy pocos días de descanso. Una encuesta de Work in Progress, realizada por Buk, revela que los mexicanos toman en promedio solo 4 días de vacaciones al año, muy por debajo del mínimo que la ley establece y lejos de lo necesario para desconectarse y recuperar energías.
La desconexión, un lujo que pocos disfrutan
El problema no es solo la cantidad de días, sino la calidad del descanso. Datos de OCC indican que apenas el 27% de los trabajadores realmente se desconecta del trabajo durante sus vacaciones. La mayoría sigue revisando correos, contestando mensajes y cumpliendo tareas pendientes, lo que limita los beneficios físicos y mentales de un verdadero descanso.
Consecuencias para la salud y el bienestar
La falta de vacaciones adecuadas tiene efectos claros en la salud. Estudios, como los realizados por la Universidad de Helsinki, muestran que períodos cortos o inexistentes de descanso se relacionan con mayor estrés, menor bienestar y hábitos menos saludables, como un incremento en el consumo de café y menor actividad física. Además, la falta de desconexión impacta directamente en la productividad y la creatividad al regresar al trabajo.
La cultura laboral aún necesita un cambio
Expertos como Nefris Ventura y Marisol Vásquez señalan que, aunque la ley ya establece más días de vacaciones, la cultura organizacional sigue privilegiando la presencia constante sobre los resultados. Para que los mexicanos realmente descansen, las empresas deben promover políticas claras de desconexión, incentivar el uso efectivo de los días de descanso y predicar con el ejemplo desde la dirección.
Hacia un equilibrio real entre trabajo y vida personal
Las vacaciones no son un lujo: son una necesidad vital para la salud, el bienestar y la productividad. Transformar la cultura laboral mexicana implica que las empresas y los trabajadores comprendan que descansar no significa descuidar el trabajo, sino invertir en su desempeño futuro. Solo así se podrá aprovechar de manera real y efectiva el derecho que la ley ya reconoce.