En la madrugada de este jueves, la primera caravana migrante del año 2025 inició su marcha desde el Parque Bicentenario en Tapachula, Chiapas, con cerca de 2,000 personas, principalmente de origen venezolano. Los migrantes buscan llegar a Estados Unidos antes del 20 de enero, fecha en la que Donald Trump asumirá la presidencia de ese país.
Temor ante posibles deportaciones masivas
Luis Rey García Villagrán, director del Centro de Dignificación Humana (CDH) y acompañante del grupo, expresó su preocupación ante la posibilidad de que se implementen deportaciones masivas una vez que Trump tome el poder. Según García Villagrán, hasta cuatro millones de mexicanos y más de 185,000 migrantes centroamericanos podrían ser deportados en los primeros días de la nueva administración estadounidense.
“Queremos que el mundo sepa que la migración no se detendrá, y menos con métodos coercitivos. La frontera sur de México no debe ser vista como el patio trasero de nadie”, señaló.
Un llamado al Gobierno mexicano
García Villagrán instó al Gobierno encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum a proteger los derechos humanos de los migrantes y garantizar su seguridad en territorio mexicano. “Lo único que estamos pidiendo es una oportunidad de vida”, enfatizó.
La caravana representa no solo un desafío logístico y humanitario, sino también una llamada de atención a los líderes de México y Estados Unidos para abordar la crisis migratoria de manera integral y respetuosa.