Wilmore y Williams quedaron atrapados en órbita tras la fallida misión del Starliner; ahora vuelven a la Tierra con SpaceX.
Cuando Butch Wilmore y Suni Williams se abrocharon los cinturones para lo que parecía un breve vuelo de prueba a bordo de la cápsula Starliner de Boeing, eran apenas conocidos fuera de los círculos espaciales. Nueve meses después, han capturado la atención —y el corazón— del mundo entero como los “astronautas varados” de la NASA.
Su regreso a casa es inminente. Una nueva tripulación ya llegó a la Estación Espacial Internacional (EEI) la semana pasada, tras despegar desde Florida, para reemplazarlos. Wilmore y Williams regresarán a la Tierra a bordo de una cápsula de SpaceX, luego de que su Starliner —plagado de fallas— regresara vacío hace meses, dejándolos en órbita. Su cápsula de retorno se desacopló de la estación la madrugada del martes, dando inicio a un viaje de 17 horas de vuelta a casa.
¿Quiénes son “Suni y Butch”?
Ambos son pilotos de prueba provenientes de la Marina. Wilmore, de 62 años, jugó fútbol americano en su natal Tennessee antes de iniciar una carrera militar que lo llevó a acumular 663 aterrizajes en portaaviones. Williams, de 59 años, fue nadadora y corredora de fondo en Massachusetts, antes de servir en escuadrones de helicópteros de combate.
Ella fue seleccionada por la NASA como astronauta en 1998, y él en 2000. Cada uno tenía ya dos misiones espaciales previas, con largas estancias en la EEI, antes de convertirse en la primera tripulación asignada a volar el Starliner.
A pesar de que aceptaron con entereza las continuas demoras para regresar, ambos reconocieron que la situación fue más difícil para sus familias. La esposa de Wilmore, Deanna, se hizo cargo del hogar mientras sus hijas continuaban sus estudios. Williams, por su parte, dejó a su esposo Mike, un mariscal federal retirado, al cuidado de sus dos labradores. “Mi mamá es la que más se preocupa”, confesó.
Lo que más extrañan de la Tierra
Además de reencontrarse con sus seres queridos, Wilmore espera volver a ministrar personalmente en su iglesia bautista y disfrutar algo tan sencillo como el olor del césped recién cortado. Durante su estancia en el espacio, se mantuvo en contacto con su congregación, participando en servicios y haciendo llamadas a través del sistema de telefonía por internet de la estación.
Williams sueña con caminar largas distancias junto a sus perros y nadar en el mar. Según la NASA, no requerirán precauciones especiales a su regreso, ya que otros astronautas han pasado incluso más tiempo en órbita sin complicaciones.
“Siempre les decimos que no se enfoquen en cuándo volverán, sino en cómo va su misión”, explicó Ken Bowersox, jefe de operaciones espaciales de la NASA y exastronauta.
Entre la ciencia y la política
Su odisea también los colocó en medio de un torbellino político. En enero, el expresidente Donald Trump y el fundador de SpaceX, Elon Musk, criticaron a la administración Biden por supuestamente haber retrasado su regreso. La NASA defendió su decisión de esperar el siguiente vuelo programado de SpaceX, previsto inicialmente para febrero.
Sin embargo, problemas con la batería de la nueva cápsula generaron demoras. Para acelerar el proceso, SpaceX decidió utilizar otra cápsula que estaba en la EEI desde el otoño pasado. Así, Suni y Butch finalmente pudieron despegar de regreso a casa, no sin antes lanzar besos a los siete compañeros que permanecieron en la estación.
“Es maravilloso ver cuánto se preocupa la gente por nuestros astronautas”, dijo Bowersox, describiendo a la pareja como “profesionales excepcionales, dedicados y comprometidos”.