La deuda nacional de Estados Unidos superó los 35 trillones de dólares por primera vez este lunes, lo que resalta la preocupante situación fiscal del país mientras los legisladores enfrentan debates sobre impuestos y gastos en Washington. El Departamento del Tesoro destacó este hito en su informe diario sobre la situación financiera del país.
La carga de la deuda está creciendo más rápido de lo que muchos economistas habían anticipado, ya que los costos de los programas federales implementados en los últimos años han superado las proyecciones iniciales.
Los principales candidatos presidenciales, la vicepresidenta Kamala Harris y el ex presidente Donald J. Trump, han mencionado poco sobre los déficits en sus campañas, lo que sugiere que el problema económico podría agravarse en los próximos años.
Las profundas divisiones entre republicanos y demócratas sobre las políticas prioritarias, así como la reticencia dentro de ambos partidos para implementar recortes en áreas clave que contribuyen a la deuda nacional, como la Seguridad Social y Medicare, han dificultado la reducción del déficit en Estados Unidos.
La Oficina de Presupuesto del Congreso informó el mes pasado que la deuda nacional superará los 56 trillones de dólares para 2034, ya que el aumento del gasto y los intereses supera los ingresos por impuestos.
Las altas tasas de interés han incrementado la carga de la deuda para el país. Algunos programas federales creados durante la pandemia, como la Retención de Créditos Fiscales a los Empleados, han resultado ser más costosos de lo previsto, en parte debido al fraude y abuso.
Además, ha habido una demanda más alta de créditos fiscales que los que se ofrecieron bajo el Decreto de Reducción a la Inflación de 2022, lo que ha inflado los déficits anuales.
El Departamento del Tesoro indicó que pidió prestados 234 billones de dólares entre abril y junio, una cifra inferior a lo esperado, y se prevé que solicite un préstamo de 740 billones de dólares de julio a septiembre.
La secretaria del Tesoro, Janet L. Yellen, señaló en junio que la deuda de Estados Unidos es razonable en relación con el tamaño de la economía y que se centra en mantener estables los costos de los intereses.