Israel e Irán intensificaron ayer sus ataques con misiles, apuntando a nuevos objetivos, mientras que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, abandonó de manera sorpresiva la Cumbre del G7 que se realiza en Canadá.
Trump inicialmente se negó a respaldar una declaración conjunta contra el conflicto en Medio Oriente. Sin embargo, tras una modificación en el borrador que reconocía el derecho de Israel a defenderse y exigía a Irán detener sus esfuerzos para desarrollar armas nucleares, firmó el documento y regresó a Estados Unidos.
En un mensaje publicado en redes sociales, el mandatario urgió a evacuar Teherán “de inmediato” y advirtió a Irán que debe poner fin a su programa nuclear antes de que sea “demasiado tarde”. Además, solicitó a su Consejo de Seguridad Nacional estar preparado para una reunión al regresar a Washington.
Por otro lado, las fuerzas israelíes bombardearon ayer las instalaciones de la televisión pública de Irán. Durante una transmisión en vivo, una explosión sacudió el lugar, provocando la caída de escombros y vidrios rotos, mientras se escuchaban gritos de los empleados. Israel justificó el ataque argumentando que la televisora era utilizada por las fuerzas armadas iraníes para promover operaciones militares con cobertura civil.