El presidente Donald Trump tomó este lunes una decisión sin precedentes al avanzar hacia la federalización de Washington D.C., asegurando que la medida es necesaria para combatir el crimen. Esto ocurre a pesar de que las autoridades locales han presentado datos que muestran una disminución en los índices de violencia.
Trump asumió el control del departamento de policía y ordenó el despliegue de la Guardia Nacional, amparándose en leyes y poderes constitucionales que otorgan al Gobierno federal mayor autoridad sobre la capital estadounidense que sobre otras ciudades.
Cabe recordar que la población de Washington D.C., mayoritariamente afroamericana durante gran parte de su historia, no eligió a su propio ayuntamiento ni a su alcalde hasta 1973, cuando el entonces presidente republicano Richard Nixon promulgó la Ley de Autonomía Local.
Aunque la ciudad mantiene ciertas facultades, la ley sigue otorgando al presidente y al Congreso un poder considerable. Sin embargo, nunca antes un mandatario había ejercido de forma directa estas facultades policiales.