El presidente Donald Trump planea deshacerse del vehículo Tesla que adquirió en marzo como muestra de respaldo a Elon Musk, confirmaron este viernes funcionarios de su administración, en medio del creciente distanciamiento entre ambos empresarios.
“Va a venderlo”, declaró un funcionario de la Casa Blanca bajo condición de anonimato, en referencia al Tesla rojo que Trump compró cuando Musk aún mantenía una relación activa con el Gobierno federal.
La decisión ocurre apenas un día después de un intercambio de insultos y amenazas entre Trump y Musk en redes sociales, lo que ha generado repercusiones tanto políticas como financieras.
La ruptura se habría intensificado luego de que Musk diera marcha atrás en su decisión de desmantelar de inmediato la nave Dragon de SpaceX. Según fuentes cercanas, Trump mostró escaso interés en restablecer el diálogo, pese a llamados públicos que apelaban a una reconciliación.
Para Musk, el distanciamiento con la Casa Blanca podría representar pérdidas millonarias en contratos federales. En el caso de Trump, la consecuencia sería perder a uno de sus principales donantes: Musk aportó 275 millones de dólares a su campaña presidencial de 2024 y había prometido otros 100 millones para las elecciones intermedias de 2026, fondos que ahora están en duda.