La ciudad fronteriza de Ciudad Juárez se vistió de gala con la exuberante celebración del Segundo Festival de Lucha Libre, un magno evento que reunió a más de 200 titanes del ring en la Plaza Juan Gabriel.
Con una convocatoria que englobó diez de las más emblemáticas arenas de lucha, el festival se convirtió en un torbellino de pasión y tradición que vibro al compás de los encuentros sobre el encordado.
El corazón de la ciudad palpitó al ritmo de las llaves y contrallaves mientras el Alcalde Cruz Pérez Cuéllar subrayó la naturaleza distintivamente juarense del evento, incrustando la esencia de unión y celebración familiar en la comunidad.
En un gesto de reconocimiento, el alcalde puso en alto el valor y legado de leyendas de este deporte, tales como el afamado luchador profesional de la Triple AAA, José “Pagano” Pacheco, cuya trayectoria ha trascendido las fronteras hasta llegar a tierras niponas, y de otros héroes locales como Cinta de Oro, la Sirenita, Rocky Star y Avispón Verde, quienes con su arte han colocado a Juárez en el mapa de la lucha libre.
Ante la prensa y con el respaldo del Instituto Municipal del Deporte y Cultura Física, dirigido por Juan Escalante, se reiteró la promesa de un día lleno de adrenalina y encuentros memorables, una jornada que desplegaría sus alas desde el mediodía y no se recogería hasta que las estrellas nocturnas iluminaran el firmamento juarense.
Se auguró un evento de puertas abiertas, sin costo alguno, donde las familias podrían acercarse a sus ídolos, aquellos que han tejido con sus propias manos la rica historia de la lucha libre en la ciudad.
Además, se delineó una gira previa por ocho arenas de la localidad, una suerte de preludio al festival, capitaneada por el mismo Pagano. Fue una oportunidad única para que los aficionados vibraran con la proximidad de sus ídolos antes del gran día.
En un emotivo reconocimiento, se destacó el 25 de septiembre como el Día de la Lucha Libre Juarense, resaltando el singular estatus de Ciudad Juárez como un bastión del deporte, paralelo sólo a la capital del país.
La administración municipal fue elogiada por su apoyo incondicional a la lucha libre, un compromiso que, según palabras de los protagonistas del ring, no tiene precedentes en la historia de la ciudad.
El evento prometía ser un crisol donde se mezclara el espectáculo con la cultura, y donde el fervor por este deporte, tan enraizado en la identidad juarense, resonara con fuerza, rindiendo tributo a los que han sido y a los que siguen siendo ídolos del encordado, cuya valentía y destreza han convertido la lucha libre en un patrimonio inigualable de Ciudad Juárez.